Los defensores de la teoría de la prioridad vikinga en el descubrimiento de América, efectuado, según ellos, mucho antes que el viaje de Colón, se desesperaban que, pese a todos los esfuerzos, no podían hallar pruebas irrefutables que confirmasen las sagas. Se efectuaron muchos hallazgos, pero todos se convertían en fraudes o en misterios. Dijérase que nunca se encontraría la solución final.Hasta que en otoño de 1963 se produjo un hecho sensacional. Bajo grandes titulares, algunos periódicos publicaron que un explorador había descubierto la casa de Leif Ericson en Terranova. Los arqueólogos más prudentes aún no quieren pronunciarse decididamente sobre este descubrimiento, pero no hay duda de que el doctor Helge Ingstad, precisamente noruego de nacimiento, descubrió unas ruinas de inequívoco carácter vikingo y que anteceden al viaje de colón en casi quinientos años.Después de efectuar tres expediciones durante las cuales reconoció la costa atlántica de Norteamérica desde el mar y desde el aire, y con la ayuda de un antiguo mapa, el doctor Ingstand eligió el extremo septentrional de la isla de Terranova como el lugar más indicado para buscar la colonia descrita en las sagas. Y fue allí, en su cuarta expedición, donde descubrió los restos de nueve construcciones y una forja primitiva cerca del pueblecito pesquero de L´Anse aux Meadows. Solo subsistían los pisos de tierra, muy deteriorados, la base de las paredes de tuba y uno hogares con madera carbonizada, junto con algunos fragmentos de hierro y un yunque de piedra. Pero una de las antiguas construcciones presentaban un gran vestíbulo al estilo vikingo y los hogares eran típicamente nórdicos. Aquellas edificaciones no se parecían por su estructura y su estilo a las que construyeron los esquimales o los indios; además, los aborígenes americanos desconocían la fundición de hierro.La datación de los restos de madera carbonizada mediante el isótopo radiactivo del carbono 14 indica que el lugar estuvo ocupado alrededor del año 1000, pero nada demuestra que las construcciones fueran erigidas por Leif Ericson. Sin embargo, las realizaron algunos vikingos exactamente en la misma época en que las sagas dicen que Leif desembarcó en las costas de América del Norte.Las dos colecciones de sagas que refieren la historia de los primeros viajes vikingos a América son el Libro de Flatey, escrito a finales del siglo XIV, y el Libro de Hauk, que se remonta a los primeros años de dicho siglo. Ambos se basan en manuscritos anteriores que se han perdido y éstos, a su vez, en la tradición oral. Las historias contenidas en ambos libros concuerdan en muchos detalles esenciales, pero a veces presentan ligeras variantes. La mayor diferencia entre ambas obras es la de que el libro de Flatey, el verdadero descubridor de América no es Leif, sino un vikingo llamado Bjarni Herjulfson. Si hay que dar crédito a esta saga, Bjarni es el héroe de la Historia al que se ha cantado menos, y su falta de fama se debe a su gran piedad filial.Bjarni era un navegante y mercader islandés que permanecía ausente de su tierra casi todo el año, pero siempre regresaba a pasar el invierno en Islandia, junto a su padre. Un año, al regresar, se encontró con que éste se había trasladado a Groenlandia, pero le dijeron que la isla tenía costa cortada por fiordos, detrás de la cual se alzaban altas montañas cubiertas de nieve. Con estas señas, estaba seguro de encontrarla.La navegación se realizó sin incidentes durante tres días, hasta que se levantó una espesa niebla y la nave avanzó a la deriva. Cuando Salió el sol, Bjarni izó la vela y prosiguió el viaje, sin saber donde se encontraba. No tardó en avistar tierra, pero en ella no había fiordos ni montañas. Bjarni puso rumbo al norte y efectuó otras dos singladuras. Cuando él y sus hombres vieron nuevamente tierra, los tripulantes quisieron desembarcar para proveerse de leña y agua, pero Bjarni dijo que no era Groenlandia y continuó navegando. Tras días después hicieron una recalada y el terco islandés se negó también a desembarcar. Por último, el viento cambió de dirección, y después de correr una borrasca del sur durante cuatro días, avizoraron en lontananza unas montañas nevadas. “Al anochecer llegaron a una lengua de tierra en la que vieron un bote. Y en aquella lengua de tierra vivía Herjulf, el padre de Bjarni. Este fue a casa de su padre y permaneció a su lado mientras Herjulf vivió”. Así termina la Saga Groenlandesa, que refiere la historia del hombre tan empeñado en encontrar a su padre, que no tuvo ojos para el Nuevo Mundo.Leif Ericson demostró mayor curiosidad que Bjarni por las nuevas tierras. Compro la nave de éste, enroló a treinta y cinco hombres y en el año 1002 se propuso repetir el viaje de Bjarni. Llegó primero ala tercera recalada de su predecesor:Acercándose a la costa, anclaron, bajaron el bote y se llegaron a la orilla. No vieron hierba por ninguna parte; toda la altiplanicie estaba cubierta de glaciares, y el conjunto parecía una piedra llana, desde los glaciares al mar. Aquella tierra se le antojó muy inhóspita, y entonces dijo Leif: “Que no digan de nosotros, como de Bjarni, que nos entramos en la tierra. Pero voy a darle un nombre. Se llamará Hullaland, tierra pedregosa llana” (del nórdico bellur, piedra grande y llana).Luego regresaron a bordo y salieron a la mar, encontraron la segunda tierra, acercáronse a ella y después de anclar, echaron el bote al agua y atracaron en la orilla. El país era llano y estaba cubierto de bosque. Y por donde quiera que fueron hallaron grandes extensiones de arena blanca, y la elevación desde el mar no era abrupta. Dijo entonces Leif: “Este país debe llevar un nombre que esté en correspondencia con su aspecto. Le llamaremos Markland, es decir, país de bosque”. Luego descendieron con toda diligencia a la playa y volvieron al barco.Siguieron después navegando con viento Nordeste durante dos días, al cabo de los cuales avistaron nuevamente tierra. Dirigiéndose a ella; anclaron, bajaron los sacos de cuero y levantaron las tiendas. Posteriormente, resueltos a invernar allí, se construyeron grandes casa.La tercera recalada los llevó a un hermoso país en el que abundaban el salmón, la caza y la hierba. Leif dividió a sus hombres en dos grupos, enviando uno a explorar la tierra mientras el otro se quedaba a vigilar el campamento. Un día, un alemán que participaba en la expedición, un tal Tyrkir, no regresó a la caída de la noche. Leif marchó en su busca y no tardaron en encontrar al alemán, que parecía muy contento. Había descubierto una cosa nueva: cepas y vides. Dijo entonces Leif a su tripulación: “Ahora tenemos dos trabajos que repartirnos por turnos. Recolectaremos uvas, arrancaremos cepas y cortaremos árboles para cargar en el barco”. Cuando llegó la primavera efectuaron los preparativos para la marcha y se hicieron a la vela. Leif dio a la comarca un nombre que respondía a sus recursos naturales: la llamó Vinland, tierra de la vid…Cuando Leif regresó a Groenlandia, su hermano Thorvald opinó que debiera haberse explorado una región más extensa y entonces Leif le prestó la nave de Bjarni para que efectuara otro viaje. Con una tripulación de treinta hombres, Thorvald volvió al campamento de Leif en Vinlandia, y después de invernar allí, exploró la comarca vecina durante el primer verano, sin encontrar otro signo de habitación que un granero de tablas. Durante el verano siguiente, exploró la costa con la nave y encontró un bello promontorio, en el que Thorvald manifestó deseos de instalarse.(Boyer, Regis (2005), La Vida Cotidianade los Vikingo, España, Barquero.)
domingo, 16 de mayo de 2010
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El Doc. Ingstad realizó sus descubrimientos arqueologicos en la parte septentrional de terranova que más tarde se confirmaria que es L´Anse aux, Ingstad, se cree que los hallazgos son de acuerdo a lo que se narra en las sagas, hacerca de los asentamientos de Leif, ya que los artefactos arqueologicos encontrados, las dataciónes de los restos de madera carbonizadas mediante el isótopo radiactivo del carbono 14 indica que el lugar estuvo ocupado alrededor del año 1000, pero nada demuestra que las construcciónes fuesen erigidas por Leif Ericson. Sin embargo las realizaron algunos vikingos exactamente en la época en que las sagas dicen que Lif desembarcó en las costas de América del Norte.
ResponderEliminarBoyer regis tomó las sagas del libro de Flatey, dondé narran las expediciónes, los intentos por habitar las tierras descubiertas.